A manera de conclusión: lecciones para una escuela diferente
Marco Esteban Mendoza Rodríguez
Una frase se ha convertido ya en lugar común: “nada volverá a ser igual”. Al conocer los testimonios de maestras y maestros bien se puede afirmar que la frase no sólo refleja el futuro. Es el presente que ha cambiado de forma intempestiva. Y hay varios elementos que se requieren retomar a fin de responder a los retos que tenemos.
1) El acceso a los medios digitales y herramientas tecnológicas es en efecto una alternativa de comunicación. El empleo de los mismos y aprovechar sus ventajas requieren de un proceso de formación para docentes y estudiantes.
2) La escuela debería ser un espacio donde todos y todas tengan acceso a los medios y herramientas. Es un reto para el Estado poner al alcance de las comunidades escolares estos avances técnicos.
3) Las condiciones de infraestructura y de la saturación de grupos sale a relucir. Muchas escuelas carecen de lo mínimo necesario: falta de aulas adecuadas o afectaciones graves en los edificios, escasez de agua potable, incluso algunas sin servicio eléctrico. En otro ámbito, predominan grupos con un número excesivo de estudiantes; casos de más de 40 estudiantes por aula; es otro de los retos a resolver. Establecer un número máximo que no supere los 25 estudiantes tendría que ser una meta para el sistema educativo nacional.
4) Las condiciones laborales se han transformado. El uso de la computadora y el teléfono celular han sido esencial para mantener la atención educativa. Sin embargo, son las maestras y los maestros quienes han utilizado su propio equipo y el pago de los servicios digitales. Esto implicará, que al igual que la demanda de reducción de estudiantes en los grupos, contar con equipos y servicios como parte de las herramientas a proporcionar al docente.
5) El trabajo administrativo de nuevo se impone al pedagógico. La cantidad de informes, reportes, estadísticas, oficios, evaluaciones, listas, evidencias, planeaciones, rúbricas, concentrado de calificaciones, absorbe buena parte del tiempo docente. En muchos casos, los directivos apuestan a este aspecto y su esfuerzo se traduce en una labor cuantitativa. Se requiere un viraje radical, abandonar una concepción educativa basada en el burocratismo y ello inicia desde la punta del sistema.
6) Los directivos tendrían que impulsar, apoyar y acompañar el trabajo pedagógico. Esta reconfiguración tendría que abarcar a las autoridades estatales y federales. La formación y el liderazgo pedagógico serían requisitos necesarios para dar un giro a una nueva visión educativa.
7) La actividad pedagógica también tendría que transformarse. En estos momentos, retomar los aprendizajes del hogar son una buena alternativa para conjugar las necesidades de cada familia y las demandas de una formación para la vida. Aunque hay casos donde la atención al estudiantado ha sido mayoritaria, hay muchas zonas con porcentajes del 50%.
8) En el caso de las maestras y de los maestros queda un largo camino. Estar atentos al estudiantado, identificar sus problemáticas, acompañar en procesos cognitivos, escuchar y respaldar emocionalmente. Diseñar actividades claras, concretas, con sentido y significativas. Aprovechar los saberes de los mismos estudiantes. Y tener claro que su trabajo es educativo, no administrativo.
9) El respaldo emocional también es necesario para las maestras y los maestros. Crear redes de apoyo psicológico, ya sea entre el gremio o de manera institucional. Generar un programa de atención a las enfermedades docentes y a quienes contraigan el COVID 19 (es necesario incluirlas en la lista de enfermedades profesionales).
10) Compartir las experiencias docentes; abrir canales para difundir qué se está haciendo y compartir experiencias. No sólo queda a la SEP elaborar programas como “Aprende en casa”; en efecto han sido útiles pero requieren de un acompañamiento para recuperar el sentido educativo y no quede sólo como una estadística inerte. Sugiero aprovechar la rica experiencia que se está generando en el gremio magisterial, ya que de manera directa han resuelto situaciones complejas que no pueden preverse del todo a nivel macro.
Vayan estas diez ideas para abrir el debate. Diez ideas que contribuyan a la atención de las necesidades inmediatas que el sistema educativo nacional y los docentes enfrentamos en este momento.
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