Educar: retos y algunas alternativas docentes ante la pandemia (2da parte)
Marco Esteban Mendoza Rodríguez
La Ciudad de México y sus municipios aledaños son los lugares donde el virus ha tenido un mayor impacto. Es en estos lugares donde laboran docentes que participan en el Movimiento Mexicano para la Escuela Moderna (Mmem Freinet). El grupo se constituye en su mayoría con maestras y maestros de escuelas públicas, además de dos centros educativos comunitarios, algunos docentes de instituciones particulares y promotoras culturales. Comparten los principios de la pedagogía Freinet y su accionar se puede sintetizar en una frase de Eduardo Galeano: “Libres son quienes crean, no copian, y libres son quienes piensan, no obedecen. Enseñar es enseñar a dudar”. En su trabajo se distinguen por propiciar pensamiento crítico y desarrollar actividades creativas.
Desde Iztapalapa para el mundo
Marysol Daria Morgendorffen, Tere Monjaras, Lilia Hrdz, Elena Flores Sanchez, Aura Martínez, Irasema Juárez Sánchez y Raquel Martinez Garcia son docentes de escuelas públicas de primaria y Olivia Morales en secundaria, todas ubicadas en Iztapalapa. Utilizan las redes para comunicarse, en especial con mensajes de chat en celular; además han remitido videos y audios con actividades y cuentos. Reportan una participación en promedio de 50 a 60 % de sus estudiantes. Una de las técnicas que han podido implementar es el Diario Escolar. Con él las niñas y los niños tienen un espacio para expresar lo que viven en sus casas y sus sentimientos. Las actividades que hacen retoman elementos cotidianos que se realizan en casa. Varias de las colegas han participado y recuperado material que un colectivo magisterial, el Regional Oriente, ha producido: en especial audiocuentos y videos. Varias de ellas atienden doble turno, lo que multiplica la carga laboral. Cada una tiene una historia particular y sus propias dificultades. Por ejemplo, Aura se enfrentó con la descompostura de su computadora por el uso constante; en su casa se han organizado en horarios diferenciados a fin de trabajar cuatro en una sola máquina. En el caso de la educación preescolar está el Centro Educativo Cultural y de Servicios Cecys Jóse De Tapia Bujalance, ubicado en Miravalle. El CECyS es un proyecto popular y comunitario y no depende de la Secretaría de Educación Pública ni es un proyecto particular. Al ser un espacio comunitario, los salarios de las docentes son posibles por las cooperaciones de las familias. A pesar de que hay respaldo de la comunidad, por el momento no hay condiciones para recibir las aportaciones; otro elemento de tensión es que varias familias han perdido sus fuentes de empleo. El medio más utilizado para contactar a las familias y estudiantes es a través del celular. Una de las niñas compartió emocionada la lectura del Diario en un audio que la docente a su vez remite para que las niñas y niños puedan escucharla. Aquí ya la enfermedad ha hecho su aparición: una maestra del CECyS ha resultado contagiada y se encuentra en su casa recluida.
Tres experiencias en Coyoacán
Marissa labora en una escuela primaria pública por el rumbo de Taxqueña. Ha establecido comunicación, vía telefónica, con sus estudiantes. Emplea las videoconferencias para presentar la clase. Además ha recuperado programas de “Aprende en casa” para abordar algunos temas e impulsa actividades que tengan vínculo con el hogar. Entre las actividades que ha podido desarrollar está una asamblea virtual, en donde los infantes asumen las funciones de presidente, secretarios y escrutadores: han planeado de esta manera un proyecto de trabajo.
María Esther Pérez Feria es una excelente narradora y promotora de cultura escrita. Desde su espacio hogareño ha diseñado varios videos para atender la demanda presente. Con el proyecto de “Sentipensarnos” ofrece una herramienta que varios docentes han retomado. Solidaria a su vez, promueve cursos para apoyar a instituciones culturales que se han visto afectadas por el cierre de sus espacios.
Claudia Mercedes León labora en una escuela primaria particular. Al inicio de la pandemia una fuerte enfermedad la llevó al hospital y cuenta con incapacidad médica; el confinamiento le ha permitido atender a sus estudiantes vía teleconferencia. Por política de la escuela, las actividades se realizan desde las 8:00 hasta las 14:30 horas. Acostumbrarse ha sido difícil pero la ventaja de contar con varios docentes, que atienden por materia, ha permitido adaptarse a este largo horario virtual.
Xochimilco, muy cerca de las trajineras
Toyo Galicia es un joven maestro. Junto con otros docentes participa en una red docente que han producido materiales con el Fondo de Cultura Económica en una página de internet que se denomina Librobús. En el caso de su escuela primaria pública, ubicada en el centro de Xochimilco, coordinó la creación de un grupo de chat entre las y los docentes. Toyo trabajó el Diario Escolar con su grupo, lo que generó interés con las hermanas y hermanos de sus estudiantes, por lo cual se adoptó como una actividad que otros docentes han incorporado en su acervo pedagógico.
Haidé Rodríguez es directora de una escuela particular, Tecelticán. Institución emblemática por impulsar la pedagogía Freinet hace ya varias décadas. Con sus colegas docentes han determinado no usar los materiales oficiales y han optado por producir sus propuestas. A través de una plataforma, Haidé imparte en tiempo real la clase de geometría.
Tláhuac, al sureste de la ciudad
Odón es un maestro con larga trayectoria en educación primaria. La escuela está inserta en la misma comunidad donde vive. A pesar de las recomendaciones de “Quédate en casa”, la mayoría de los pobladores de su pueblo son agricultores. Por ello, cuando ha salido a comprar víveres, personas de la comunidad lo saludan y le preguntan cuándo se regresará a la escuela. Odón utiliza varios medios para las clases: desde los programas de televisión hasta la elaboración del Diario Escolar que se comparte por celular y correo. Manifiesta que sólo la mitad de sus estudiantes están al tanto de las actividades escolares. Consciente de las dificultades sociales, anima a las niñas y a los niños a realizar “lo que se pueda”, debido a que no todas las familias cuentan con los recursos para acceder a los medios digitales.
En el centro mismo, Cuauhtémoc
Laura, profesora de español, labora en una secundaria en el centro de la Ciudad, en la delegación Cuauhtémoc. Su escuela queda a corta distancia del Zócalo y el Palacio Nacional. Ha organizado actividades de lenguaje que se sustentan en el quehacer cotidiano. Cada quince días envía las propuestas a sus estudiantes. Ha propiciado la elaboración de películas caseras y elaborar instructivos. El día del niño preparó, por primera vez en su vida, un video incorporando música y fotografías de su grupo.
Milpa Alta, la zona rural de la Ciudad
El Centro Comunitario Cdi Teponazco es un proyecto de educación preescolar popular y ambiental. Ubicado en el corazón de Milpa Alta, Teponazco ha desarrollado un proyecto para destacar la importancia de la vida agrícola de esta región. Impulsa valores ambientales para el cuidado de la naturaleza y la siembra de productos de manera directa con las niñas y los niños. Debido a la dificultad de la señal telefónica, optaron por el empleo de la radio. Han producido podcast que se transmiten en un canal de internet y los han reproducido vía el celular. El proyecto se sostiene con las cooperaciones de las familias; muchas de ellas sin ingresos por el cierre de comercios y la baja de la venta del nopal. A pesar de ello, las y los docentes no han dejado de producir materiales creativos para sus estudiantes.
Al norte, la Gustavo A. Madero
Marcela trabaja en una escuela primaria por el rumbo de La Pradera. Recibió de sus directivos indicaciones de que, por seguridad, no podía hacer teleconferencias. Así que optó por producir videos que remite a sus estudiantes; aprovecha su habilidad en el manejo de paquetería y usa múltiples recursos para editar de manera atractiva lo que produce. Ha dado seguimiento a sus estudiantes, aunque no ha contactado con todo el grupo.
Maricela Cruz es responsable de un Jardín de Niños por la zona de Vallejo. Entusiasmada ha compartido materiales innovadores con sus directivos. Las respuestas han sido: “Hola, recuerden que hoy se suben evidencias” (sic). “Les comparto las fichas de trabajo de la Autoridad” (sic). “Maestras, mañana a primera hora hay que enviar sus evidencias y su informe o relatoría en un oficio consecutivo de su escuela en el cuerpo del correo. Que descansen” (sic). La dinámica consume muchas horas de trabajo para remitir informes, estadísticas y evidencias. Mary comenta que el número de horas frente a la computadora la lleva de la mañana a la noche.
También en el norte, Azcapotzalco
Magda Dueñas trabaja en una escuela primaria en Azcapotzalco. Ella inició con una teleconferencia el primer contacto, le desilusionó que faltara un amplio porcentaje de sus estudiantes. A pesar de ello, ha elaborado varios videos, unos leyendo libros-álbum y otros, guitarra en mano, cantando. Aunque está convencida de su trabajo, manifiesta agobio ya que trabajar en línea resulta más complejo que estar frente al grupo de manera presencial.
Y al oeste, en la Miguel Hidalgo
Cenobio Popoca es docente y directivo de la Benemérita Escuela Nacional Maestros. Ha detectado dos polos: colegas que apuestan a cubrir los temas del programa a través de actividades y dominio de contenidos de manera excesiva y poco reflexiva. En contraposición un abandono absoluto del contacto con el estudiantado. A pesar de estos contrastes, una fuerte corriente de docentes también impulsa una práctica reflexiva, sensata y a través de un acompañamiento que considera las condiciones estudiantiles.
La periferia también existe.
Neza, al oriente.
Valeria trabaja en una escuela primaria en el municipio de Nezahualcoyotl. Una alternativa que ha retomado es el Diario Escolar grabado. Inició esta modalidad y sus estudiantes le han tomado la palabra. Así se van rotando uno a uno. Su optimismo se refleja en sus palabras: “niñas y niños, estudiantes, que la esperanza nos abrace y que un nuevo sol nos vea sonreír. A la distancia mi más cálido saludo y la propuesta de continuar la escritura de nuestro Diario Escolar”.
Avelina Galindo Celix es jefa de sector en una región de Neza. A pesar de la imagen que se tiene de las autoridades, ha propiciado que sus docentes desarrollen propuestas innovadoras y creativas. Aunque no sólo de dicho, tomando como base el ejemplo, Avelina graba audiocuentos y los remite a sus colegas. Esto funciona como motivante para que maestras y maestros también preparen sus audios y videos leyendo en voz alta.
Martha labora en oficinas de la Subsecretaría de Educación Básica. Debido al confinamiento, su casa se ha convertido en oficina. Desde temprano se levanta, desayuna con cierta calma y después inicia una jornada que culmina hasta la noche y es sólo interrumpida para comer. La revisión de materiales que le remiten es un trabajo que requiere atención minuciosa. Los primeros días enfermó de gripe, por un momento se angustió, pensó que la pandemia la había alcanzado. Por fortuna no fue así.
Chalco, acercándonos a los volcanes
El municipio de Chalco es la puerta hacia el Iztaccihualt y el Popocatépetl. En ese lugar hay una telesecundaria pública en donde labora el profesor Jose Lara. En su comunidad hay cierta incertidumbre. Varias familias le han expresado que no desean que sus hijas o hijos regresen a clases y prefieren que pierdan el ciclo escolar. A pesar de la resistencia, José está en contacto y supervisa los trabajos que implican abordar varias materias a la vez. La falta de internet en su pueblo de origen le dificulta tener un contacto constante. Por ello sale de su casa para conseguir una señal adecuada y remitir mensajes a sus estudiantes.
Chimalhuacán, desde un cerro
Federico Fröebel es el nombre de una escuela particular que trabaja desde hace más de 20 años con técnicas Freinet. Es un proyecto inclusivo, surgido de una necesidad de educación alternativa en esa región. A pesar de la falta de pagos, se ha mantenido el salario del personal docente, aunque no hay certeza de cuánto más pueda ser así. En la cuestión educativa, entre sus propuestas, han elaborado videos que remiten a niñas y niños, entre sus favoritos están los audiocuentos.
Ecatepec, alrededor de la Sierra de Guadalupe
Ecatepec es uno de los municipios más poblados del país. Con casi dos millones de habitantes, las escuelas enfrentan múltiples retos como característica de esta amplia población.
Socorro Cruz es orientadora en una secundaria pública. A sus aulas asisten 48 estudiantes por grupo. Atender por los medios ha sido un proceso en donde los docentes de su escuela han aprendido en la marcha. En un principio, la presión era terminar el programa. Poco a poco han transformado sus actividades y han aprovechado otros elementos: el Diario Escolar ha sido un ejemplo. Leer los escritos de jóvenes de Ecatepec muestra el fastidio, el aburrimiento y las dificultades familiares. Un rayo de esperanza está presente en sus palabras: pronto regresar a las aulas para compartir el tiempo con sus congéneres y docentes.
Carmen Luna vive en el pueblo de Santa Clara. Preocupada por cómo atender a sus estudiantes se enfrenta con un reto inesperado. Un integrante de la familia enfermó de coronavirus. Su vida dio un giro radical. Han tomado muchas precauciones para no extender la enfermedad y se han aislado de manera total en casa. Ella ha establecido contacto con sus estudiantes vía telefónica: llorando le expresan que quieren regresar a la escuela. Ha diseñado actividades pensando en que el hogar es un laboratorio de aprendizajes.
Juan Iglesias es supervisor en Ecatepec. Ha impulsado en su zona otras opciones educativas como las técnicas Freinet. Su labor ha dado frutos, al grado de que hay quienes le han tomado la palabra. La maestra Graciela, por ejemplo, trabaja la asamblea en los pasillos del mercado, donde se improvisaron aulas por el temblor del 2017. Una de las niñas ha llevado la asamblea a su casa: en pleno confinamiento, su hermano, su papá y ella hacen críticas, felicitaciones y sugerencias para la convivencia escolar. Juan no se ha quedado en la simple prédica. Grabó un audio con el texto de “El pájaro del alma” y desarrolló una secuencia didáctica; el material circula entre docentes de la zona escolar 034.
Modesta Jimenez Apolinar labora en una escuela en Tezoyuca, en una zona semiurbana. Nota a las madres y padres de familia tensos y nerviosos. Los trabajos que recibe por diferentes medios se van sumando y ella los revisa con detenimiento. De sus autoridades, recibe indicaciones donde se privilegia el envío de reportes. Ella emplea el Diario Escolar. Coincide con los planteamientos de un psicólogo, Israel Castillo, quien brindó una conferencia al magisterio del Estado de México: “en estos momentos no es tan importante atender los contenidos, primero debemos estar bien emocionalmente”.
Naucalpan, al poniente de la Ciudad
Virginia tiene un proyecto de preescolar en las mañanas y por las tarde labora en una escuela primaria pública. Manifiesta que le ha faltado tiempo para atender los dos turnos. Las actividades pedagógicas y la demanda administrativa absorben su jornada diaria. Las madres y padres le han manifestado inconformidad para ver los programas de “Aprende en casa” junto con sus hijas e hijos; por un lado, porque tienen más de un estudiante en casa y, por otro, por las actividades que tiene que atender. Como manera de subsanarlo, han diseñado sus propios videos que remiten a sus estudiantes.
¿Y el mundo rural?
En Hidalgo, caminando en el campo
Berenice es una maestra de escuela primaria multigrado en Totoapita, a 40 minutos de Tulancingo. Algunos de sus estudiantes, en periodo normal, hacen varias horas para arribar a la escuela, así que la suspensión ha representado más retos que en las zonas urbanas. Los medios de comunicación son limitados y el acceso telefónico es escaso. El internet es todavía una herramienta que no está disponible para la mayoría. Así que Berenice ha elaborado cuadernillos para cada cuatro niveles, los prepara con detenimiento, plantea actividades basadas en experiencias concretas. El diseño es importante, deben ser atractivos y claros para sus niñas y niños. Después, cada quince días, con mascarilla en la cara y un bote de gel antibacterial en la mano, recorre los caminos que sus estudiantes hacen en periodo de clases. Va dejando el material y recibe de vuelta los resueltos. Así, vuelve cargada de cuadernillos para revisar y retroalimentar; le quedan grabadas las sonrisas de niñas y niños a quienes urge regresar a la escuela y las confidencias de madres y padres de familia.
En Oaxaca, lecciones de autonomía
En la primaria de San Juan Chilateca, Ocotlán, el equipo docente ha logrado mantener un proyecto con pedagogía Freinet durante más de 20 años. La elaboración del diario, las conferencias, los textos libres, la investigación autónoma, el cálculo vivo, el estudio del medio, la lectura en voz alta, entre otras técnicas, ha cimentado las bases de un trabajo autónomo de sus estudiantes. Utilizando el chat del celular, han mantenido comunicación con la mayoría de las madres de familia y ellas comparten con sus hijas e hijos. Algunas niñas han remitido por el chat audios grabados de cuentos narrados: La Ratita Presumida y El Conejo Alejo son parte de un acervo que va creciendo día a día. Las actividades propuestas no han resultado una carga sino la continuidad de un proceso formativo. Ma. Elena y Amaury son dos de los docentes de la escuela y, a pesar de extrañar a su comunidad, constatan que el trabajo de sus estudiantes continúa con cierta regularidad.
Michoacán, la importancia de la comunidad
Leticia y Martha laboran en la misma escuela primaria de donde son originarias. Eso representa una ventaja porque cada tercer día alistan su material y visitan a las niñas y niños en sus casas, a manera de una escuela itinerante. Reparten material y brindan aclaraciones puntuales sobre los trabajos. En Pichátaro el virus no se ha hecho presente, ello no implica que no adopten medidas de protección. Saben del riesgo, aunque también que el internet y los teléfonos no son una garantía para atender a todos sus estudiantes; pocos cuentan con ellos. Jacqueline, oriunda de Pichátaro, es la directora del jardín de niños. Ella organiza el arribo de docentes y por las bocinas citan a los infantes en algún espacio, ya sea en la plaza o en los patios de alguna casa. Las maestreas y maestros dejan material y hacen aclaraciones; al final visitan a niñas y niños que no asistieron hasta sus casas. En esta comunidad purépecha, la asamblea ha adoptado un acuerdo: establecer un cerco sanitario. Quien arribe a la comunidad debe informar de dónde viene, si está sanos y cuánto tiempo estará en el pueblo; además se le toma la temperatura y se verifica que cuente con protección. La vida, a pesar del cierre de las escuelas, sigue con cierta normalidad. La mayoría son agricultores o artesanos de la madera que realizan su trabajo de manera cotidiana.
A manera de conclusión: lecciones para una escuela diferente
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Publicado en el número 6 de la revista "Educación y movimiento" de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/555173/Boletin06.pdf
Publicado en el número 6 de la revista "Educación y movimiento" de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/555173/Boletin06.pdf
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